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RAMIRO SANCHEZ NAVARRO

El Tesoro de Cupisnique,Departamento de La Libertad,Perú.

El Tesoro de Cupisnique,Departamento de La Libertad,Perú.

                  Autor: Carlos Eduardo Diaz Abanto

                  EL TESORO DE CUPISNIQUE

 

            Se cuenta que cuando los Jesuitas fueron expulsados de las Colonias Españolas por el Rey de España, en 1767, los que estuvieron en Cajamarca tuvieron que abandonar el Virreynato del Perú, cogiendo la ruta de Trinidad y la quebrada de Cupisnique, para dirigirse al Puerto de Malabrigo.

  Por esos años en Lima empezó a difundirse el rumor de que en algún lugar de la Iglesia San Pedro, se encontraba enterrado el “tesoro de los Jesuitas”: plata labrada, monedas de oro y plata, joyas, diamantes y otras cosas más todas en enormes cantidades. En la Iglesia San Pedro (de Lima) se hicieron más de cincuenta excavaciones con autorización del Arzobispo de Lima, a tal punto que casi lo convierten en campo de mineros, finalmente no se encontró nada, hasta que el año de 1864 el Arquitecto Miguel Trefogli opina “que se paralice la excavación por ser peligrosa”. Corrió el rumor de que en todas las Iglesias que ocuparon los Jesuitas había tesoros escondidos ya que cuando se retiraron no los vieron llevar los tan preciados tesoros.

 No se sabe con exactitud cuantos fueron los Jesuitas que estuvieron en Cajamarca, pero se dice que estos se trasladaban con trece mulas de carga las cuales llevaban cada una dos hurrones que contenían monedas de oro y plata así como objetos religiosos de estos metales. Luego de pernoctar en Trinidad, siguieron bajando a la costa por la quebrada de Cupisnique en donde fueron atacados por los naturales de esta zona diezmando a gran parte de los curas, pero finalmente estos se impusieron sobre los atacantes, no pudiendo continuar la marcha al ritmo que llevaban, ya el tiempo de abandonar las tierras del Virreynato expiraba, por lo que tuvieron que dejar toda la carga en lugar seguro con la esperanza que después vendrían por ella o sino los de su congregación en un futuro.

 Después de enterrar todos los objetos de metal, que se dice es cuantioso, los sobrevivientes se dirigieron a la Caleta de Pacasmayo, puesto que calcularon que ya era inoficioso dirigirse al Puerto de Malabrigo, el barco que los llevaría habría zarpado, cuando cerca de lo que es hoy San Pedro de Lloc, fueron sorprendidos por una tormenta de arena tan fuerte que acabo casi con la vida de todos los sobrevivientes, logrando llegar a la Caleta solamente tres sacerdotes, que lograron embarcarse para las Colonias Inglesas.

 

            De estos sacerdotes durante el trayecto, camino a las colonias del norte, murieron dos, solo uno de ellos logró llegar con vida a su destino, sintiéndose solo fue acogido por un médico de apellido Document, de quien se dice que era francés que viajaba en el mismo barco de los sacerdotes que llegaba a hacer fortuna a esta parte del planeta, quien le ayudo a bien morir y en compensación le confió donde habían enterrado el tesoro, proporcionándole un mapa en el cual se indicaba el lugar del entierro.

 

            A finales del siglo XIX (se dice que fue en 1898), llegaron a Chepén los descendientes del médico Document, con el mapa y se hospedaron en la casa de la familia Deza, con los cuales se organizaron para encontrar el tesoro, para ello solicitaron el auxilio de un entendido en Latín Antiguo para que descifre el citado mapa.

 

            La noticia corrió como reguero de pólvora y se organizaron múltiples expediciones por cazadores de tesoros, pero todos sin fortuna, inclusive se dice que la expedición de los gringos salió de Tecapa en varias ocasiones sin éxito, en una de estas expediciones los gringos descendientes de Document fueron asaltados y les robaron el mapa por asaltantes de caminos, perdiéndose éste para siempre, puesto que no se supo más de él. Ante tanto fracaso abandonaron las pretensiones de encontrar el tesoro, pero quedó la noticia y el entusiasmo en otros de hacerse del codiciado tesoro, aunque ya en la zona de San Pedro de Lloc, se tenía referencias de la existencia de este tesoro mucho antes de la guerra del Pacífico.

                                                         ALGUNAS REFERENCIAS POSTERIORES.

 

            Se cuenta que llegó a Chepén un soldado que había desertado de Chocope y por esas cosas de la vida don Sandalio Otoya fue testigo excepcional, del diálogo que este sostuvo con un amigo suyo, contándole que había desertado del ejercito puesto que había matado casualmente a un compañero, y relató que cuando se dirigía a San Pedro de Lloc le cogió la noche y tuvo que refugiarse en unas cuevas, para protegerse de los osos que recorrían la zona, se cuenta que habían muchos osos por esos lugares, que venían de la zona de Cupisnique, que eran los descendientes de los osos que se escaparon del circo que se dirigía a Trujillo y al pasar por el Chilco, las carretas se voltearon produciéndose la fuga de los osos y de los leones. Al llegar el soldado a las cuevas más altas de los cerros cercanos encontró semienterrados entre la arena maletas de cuero que contenían objetos religiosos y monedas de oro y plata, para prueba de lo manifestado puso en la mesa dos monedas que le llamaba peluconas por tener grabado en ellas una figura humana con una peluca grande, la intención de éste soldado de piel negra era tener apoyo para rescatar este tesoro y negociar ante quien corresponda su delito. Se cuenta que se le ofreció estudiar su caso y en lo posible minimizar la pena que le tocaría afrontar por el crimen involuntario cometido. Convencido de que lograría su propósito fue a celebrar, ya que se celebraba por esas fechas fiestas patrias y haciendo alarde de su futura riqueza y mostrando el oro que llevaba consigo, motivó que gente de malvivir lo asaltara y le quitaran la vida.

 

                                                  OTRAS REFERENCIAS

 Se dice también que de una de las expediciones que salió de Tecapa cuando volvían de Cupisnique, un reducido grupo de tres aventureros se desvió de la ruta de regreso llegando a unas cuevas a las cuales ingresaron al tener la presencia cercana de osos, cuando estuvieron en las cuevas encontraron bolsas de cuero que contenían objetos religiosos y monedas de oro y plata, trataron de ponerse de acuerdo en la repartición pero la codicia de uno de ellos fue mayor y en un descuido mató a su compañero de un certero machetazo volándole la cabeza a lo que el tercero le disparo con su fusil, pero este herido de muerte logró dispararle lográndole el tiro en el abdomen, pero no lo mató en el instante, siendo conciente de lo que le ocurría y lo que vendría después inició el regreso a Tecapa dejando en el lugar un muerto y un agonizante,  logrando llegar cerca del amanecer, desangrado y ardiendo en fiebre, siendo atendido por su prima a la cual confesó la historia, dándole como prueba una moneda de oro, para luego entrar en coma y morir al segundo día, siendo enterrado en el corral de la casa, se dice que los tres, eran familiares muy cercanos, por lo que guardó este secreto por mucho tiempo y a sus ochenta y tres años confesó ante la familia lo ocurrido y para ella el tesoro de Cupisnique es maldito, por haber despertado ambiciones insanas y propiciado muertes entre sus seres más queridos. Pero para el común de la gente ellos fueron a “trabajar a Lima”, a nadie le llamo la atención la desaparición de estos tres jóvenes aventureros, puesto que por esas épocas la migración a Lima en busca de trabajo estaba en su apogeo.

 De San Pedro de Lloc, también se cuenta que un moreno al cual le llamaremos “Babú”, salió un día detrás de los pasos de un anciano que proveía de leña a algunas casas o panaderías de la zona y a su vuelta siempre regresaba con una moneda de oro, que le vendía a un conocido comprador de tesoros en Pacasmayo y que el señor después de la venta lo consumía en licor. Contaban que cuando el anciano llegó al sitio de donde sacaba las monedas el moreno agazapado observaba como el anciano trepaba a unas cuevas y luego de un corto tiempo bajaba contento para luego dirigirse al cercano bosque de algarrobos a cortar leña, cuando le vio que ya estaba lejos subió a las cuevas y observó semienterradas entre la arena bolsas de cuero que tenían objetos de metal, y con sus manos empezó a desenterrar a dos de ellas, estando en esa tarea sintió una sombra a sus espaldas y cuando volteo con gran habilidad pudo esquivar el machetazo que silbando paso por sobre su cabeza, era el anciano quien lo atacaba, en defensa Babú lo empujo con toda la fuerza que le permitían sus veintitrés años golpeándose el anciano su cabeza contra la roca de la cueva, no supo si lo mató o solo lo desmayo, pero luego repuesto del susto cogió el cuerpo del anciano y lo enterró en la parte baja de la cueva, para luego presuroso coger una de las bolsas de cuero y salir como alma que lleva el diablo rumbo a San Pedro de Lloc. En el camino fue pensando en lo ocurrido y decidió ir a Jatanca a la casa de un amigo y confesarle lo ocurrido a fin de que pueda tener alguna salida. Llegó a Jatanca aproximadamente las tres de la tarde y en sus hombros llevaba un esqueleto con una túnica marrón, más no la bolsa de cuero con los objetos de metal, cuando el amigo le hizo la observación Babú empezó a gritar tan fuerte para luego entrar en una crisis de nervios y entre llantos le contó a su amigo lo sucedido y posteriormente desmayarse, quedando loco. Cuando la familia supo de un curioso en el norte que podía curar a Babú, lo enviaron con un primo y el Maestro en dos mesadas lo volvió a la cordura, para Babú había sido una larga noche, pero habían transcurrido casi veinticinco años que estuvo loco. Cuerdo contó a su familia con detalles de lo ocurrido para luego un día amanecer muerto en su cuarto por envenenamiento, había tomado veneno de los que se usa para fumigar.

 Se comenta, que un joven estudiante del Pedagógico de San Pedro de Lloc, el año de 1989, a quien le llamaremos “el chino”, decidió organizar una expedición para ir en busca del tesoro de Cupisnique, atraído y motivado por las historias que le contó Alberto Guanilo Poemape, conocido como el “chino Guanilo”, quien le dijo en una oportunidad que cuando niño acompañaba a su Padre por los desiertos de San Pedro de Lloc (al sur), ya que su papá hacía de guía de los cazadores de osos que existían por la zona normalmente en los bosques de algarrobos cercanos a San Pedro de Lloc, y que su Padre le contó que había lugares malos a los cuales no había que acercarse ni en broma ya que se podía quedar el ánima. Del  lugar, describía un sitio pesado donde había cuevas en una parte media alta las cuales estaban casi cubiertas por la arena, a las cuales se accedía por una pequeña rampa y un camino bien angosto luego de pasar por una especie de callejón, el lugar en verdad hacía sentir miedo y no sabía por que, comentó cierta vez: “si salimos de San Pedro a las doce de la noche en el lugar estaremos a las cinco o seis de la mañana, llevando buen paso, es casí seguro que allí esta enterrado algo de valor”. El chino (el estudiante del Pedagógico) convocó a su hermano menor y a un amigo intimo de aquel, conocedor de la zona. Un día fueron detrás del mencionado tesoro, partiendo de Chocofán, a la una de la tarde acampando en el desierto a las seis de la tarde del mismo día, en la noche fueron cogidos por una tormenta de arena nunca antes vista en su vida, el viento era tan fuerte que los tres eran levantados dentro de la carpa con todo y cosas, la carpa era cerrada y la puerta tenía cierre, ante el temor que los iba invadiendo desesperados optaron por salir pero el viento golpeaba con la arena como si diera de chicotazos, no quedo otra más que volver dentro de la carpa y esperar. Al amanecer se dieron con la sorpresa de que estaban al borde de un hoyo de aproximadamente treinta metros de profundidad y un aproximado de cincuenta metros de diámetro, a decir de éste no nos tocó todavía. Cuándo se creía cerca del lugar el hermano vió en el suelo entre la arena un tortero de cobre de tamaño regular a lo que el amigo lo cogió diciendo “es mío”, pero el otro reclamaba la tenencia puesto que “él lo vió primero” a lo que sucedió una agria discusión inclusive se amenazaron de muerte y uno de ellos hubiera perecido sino fuera por la oportuna intervención del chino que puso fin a la discusión y al mismo tiempo a la expedición, pensando que si por un tortero de cobre quieren matarse, que sería por oro y plata?, cuando llegaron a Chocofán nadie tenía el tortero de cobre, motivo de la discusión, pero sí el cuerpo quemado por el sol.

 Posteriormente decidió organizar otra expedición pero con gente “tranquila” en el verano de 1990, para evitar los problemas suscitado anteriormente. Estando más próximo del posible lugar donde estaría el tesoro de Cupisnique dio a conocer a todos los participantes de cual era el objetivo y que se esperaba encontrar, causando la alegría de todos ellos, llegada la noche se prepararon para afrontar la tormenta de arena, cosa que no ocurrió. Llegada la mañana luego del desayuno no se sabe quien empezó la conversación manifestando “y si encontramos el tesoro, como nos vamos a repartir?” empezaron a hacer propuestas y alguien dijo: “de lo que se encuentre, el chino que coja la mitad de todo y el resto nos repartimos entre los que somos, puesto que por él estamos aquí y vamos a hacer historia”, eso motivo la reacción de otros que manifestaron: “por que pués todos tenemos derecho a que se nos reparta por igual puesto que todos estamos comiendo arena y nos estamos quemando como lagartijas, carajo”, situación que se fue deteriorando, ya que de las palabras fuertes pasaron a las agresiones físicas corriendo sangre entre ellos. Nuevamente se dio por finalizada la expedición, estaban a menos de un kilómetro del posible lugar.

 No dándose por vencido el chino organizó una tercera expedición el año de 1992 y seleccionó a sus más íntimos amigos (en número de cuatro) y les contó toda su experiencia anterior, a lo que se pusieron de acuerdo en todos los pormenores a fin de evitar posibles situaciones de conflicto, una vez puesto de acuerdo salieron en busca del tesoro, siguiendo la ruta de la Venturosa, ahora habían llegado al sitio, reconocieron las cuevas que se veían un poco altas eran conforme se lo habían descrito los parajes, los callejones, el arenal las cuevas en la parte alta del cerro, todo, todo, coincidía. Acamparon, eran las seis y media de la tarde, descansarían para al día siguiente subir a las cuevas. Esa noche nadie dormía todos presentían la presencia de algo sobrenatural el nerviosismo era general, cuando en un momento dado empezaron a escuchar un murmullo de gente, cuando presurosos salieron de su campamento para tomar una posición defensiva observaron una larga procesión de gente vestida de negro que venía en una envidiable formación de cinco a la cabeza iba un “monje” con un crucifijo y una cadena con un medallón grande que lo hacía oscilar de atrás para adelante sin mencionar una sola palabra, pasaron frente a los aventureros sin siquiera mirarlos, solo se escuchaba murmullos, todos vestían de negro, cuando se dieron cuenta y el terror ya los invadía se percataron que dentro de la procesión se apartaron un número igual de mujeres que de los aventureros y empezaron a sollozar lastimeramente, fue suficiente para que no quede uno en el sitio, saliendo disparados con destino a Jatanca, del campamento solo recuperaron la Carpa casi todos ellos eran licenciados del ejercito, todavía tenían el temple de la formación militar, pero eso no fue suficiente para afrontar esta situación. Cuando llegaron a San Pedro de Lloc uno de ellos empezó a “babear” y el resto irrumpió en llanto desolador, al “asustado” lo tuvieron que llevar a las guaringas para “limpiarlo”, los demás se refugiaron en “Iglesias Evangélicas”, hoy en día se sabe que son fervientes devotos de la religión Cristiana, del chino se sabe que no ha perdido las esperanzas de volver algún día, conversó con don Alberto Guanilo, le propuso ir los dos en busca del tesoro a lo cual éste accedió, quedando ir un viernes por la noche, el día fijado no pudieron ir por que Alberto Guanilo cayo enfermo de una extraña enfermedad, quedando que, en cuanto se reponga irian tras el tesoro, cosa que nunca ocurrió, puesto que Alberto Guanilo nunca se recupero de la extraña enfermedad que lo aquejaba, los médicos que lo atendieron nunca coincidieron en determinar cual era la enfermedad que padecía, muriendo casí al año de esta propuesta. Es posible que el tesoro siga esperando por quien quiera llevárselo o esperando por aquellos que quieran seguir engrosando las filas de los “capturados” por esta riqueza maldita.

                           Referencias:

-         Relatos de Alberto Guanilo Poemape.

-         Diario  el Comercio (16-01-2005) Revista “El Dominical”

-         Relatos de Melva Otoya Viaña

-         Relatos populares de San Pedro de Lloc.

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9 comentarios

jose -

oye wilmanespinozamendoza, porque no le respondes al torpe que dice que tu encontraste el tesoro?? y como sabes tu que es cierto todo lo que afirmas?? me vas a decir que tu estuviste con ellos?? ósea, tienes mas d 150 años?? tal vez eres descendiente de NOE amigo.

CESAR CALDERON -

BUENO ESA HISTORIA ME CONTÓ MI ABUELA PATERNA, CLAUDELINA CALDERON Y ES SACADA DE LAS TRADICIONES PERUANAS POR RICARDO PALMA, TU SABES QUE EN ESA ÉPOCA SE ESCRIBÍAN DE ACUERDO A LOS COMENTARIOS DE LA GENTE DE ESE ENTONCES, DE ALLI SE INSPIRO RICARDO PALMA PARA ESCRIBIR EL RELATO DEL TESORO DE LA RUTA POR CUPISNIQUE, ES DECIR TOMABAN ATAJOS NO COMUNES PARA EVITAR LOS ASALTOS VENÍAN DESDE CAJAMARCA Y PASAR POR LAS RUINAS DE CUPISNIQUE QUE ES UNA ZONA DESERTICA DE ESTA ANTIGUA CIUDAD INCA POBLADA POR LOS ANTIGUOS PERUANOS DE LA CULTURA CUPISNQUE Y TENÍAN CIUDADES COMO PUEMAPE. PUES SOY TESTIGO EXISTEN RUINAS Y TUMBAS EN ESE BALNEARIO YO MISMO RECOGI HUACOS, ARPONES, FLECHAS QUE COMO ERAN PESCADORES Y UN LUGAR COMO PARA QUE LOS BARCOS DE ESOS VELEROS ESPEREN POR QUE EL MAR INGRESA A TIERRA, HACIÉNDOLE QUE LAS OLAS NO SEAN FUERTES Y REVIENTEN EN LAS PEÑAS.

victor -

el tesoro de cupisnique ya una parte fue encontrado por supuestos personajes san pedranos .. pero lo real de todas estas historias aun hace falta encontrar todo el tesoro de cupisnique... se aventuran...

wilmanespinozamendoza -

Tu historia esta mal narada parece q escuchaste cantar el gallo y no sabes por donde amigo
1 los jesuitas venian desde tumbes saqueando las iglesias como la de guadalupe y otras y se dirigian al callao pues el puerto malabrigo no existia en la epoca
2 no fueron emboscados sino q se mataron entre ellos y
3 el tesoro nunca fue encontrado solo se encontro 1 mula y por ultimo no fueron 13 mulas si no 140 mulas cargadas con 2 sacos cada 1 señor

jose -

bonita historia, ósea q el tesoro ya no existe?? y tu rulo como puedes contar que tienes oro no piensas que te podían asaltar?? ten cuidado amigo saludos.

rulo -

yo trabaje con leoncio espinoza, y logramos llegar hasta la quebrada alli acampamos una semana, junto awilman espinoza,cosme espinoza y napoleon espinoza y tambien don jaime sosaya, ello encontraron muchas libras sterlinas y tambien econtraron esqueletos de mulas y dentro de las alforjas de cuero muchas monedas de plata y oro caliz,cruces de plata y mucho oro, pero cuando llegaron a su casa con todo ese oro se desaparecio en su corral y yo solo soy testigo de eso pòrque aun tengo libras sterlinas en mi casa, busque a wilman espinoza en jiron zepita el tambien tien mucho oro escondido alli

joaquin -

don leoncio espinoza y su hijo wilman espinoza garcia,lograron llegar hasta ese tesoro y lograron traerlo hasta sullana donde parte de ese tesoro se perdio cerca del rio chira ahora en la faldas de su casa de wilman espinoza garcia yase una cueva donde supuestamente esta el tesoro escondido pero esta vigilado x avejas asesinas yo intenete entrar alli solo encontre adobomes de un metro de longitud y las avejas casi me matan

Ricardo Alvites -

Hola profesor, como esta? espero se acuerde de mi jejeje. Desde las aulas Olivarinas (hace timepo - promo 1995) le mando un coordial saludo, de ante mano felicitarlo por el aporte historico que nos da. Solo una queja, la proxima vez que se tome una foto, al menos sonria jajajaja.
Cuidese mucho y nos estamos viendo.

CESAR -

carlos : estos relatos me parecen muy interesantes, no se si esto es un relato literario, por cierto muy bueno, o si fueron hechos reales, la historia esta muy buena. te felicito hno.
CESAR